Mapa Conceptual Avance e Innovación
Maestría
en Ordenamiento Territorial
Gobierno
local e innovación
Johanna
Rojas Mathieu
2020
Mapa
Conceptual
Ese
proceso, nos da un tejido de interacción de la forma de intervención en cadena
de las acciones estratégicas a definir, en donde todo debe verse articulado y
para ello; es requisito indispensable reconocer a los actores de todos los
niveles que se desenvuelven en el sitio, y sus razones de permanencia, así como
las ideas de cambio a suscitar.
Esto
además es un acercamiento a las capacidades, fortalezas y competencias de cada
uno en su contexto y la relación de intereses, para revertir en un único denominador
de mejora. Ese estado de situación del observador, va dando ideas que deben ser
desarrolladas, apoyadas o fundamentadas pero que son en fin potenciales actividades
y programas dentro de la potencialidad de la impresión, capaz que además formen
parte de los diferentes niveles de planeación a desarrollar en razón del tiempo
(corto, mediando y largo plazo).
En
la constatación de cada iniciativa o gestión del análisis territorial, nos
podemos además encontrar con disposición de recursos de diversos actores, que
puedan confluir en el abordaje del plan y darle ese salto de factibilidad, cubriendo
ele efecto de obtener resultados y productos apropiados y articulados. Está
forma de trabajo permite crear lazos de involucramiento a lo largo del proceso,
que luego verter en nuevas formas de trabajo y unificación de esfuerzos para atender
niveles de gestión, con el mismo compromiso y efectividad de los que fue
posible.
Desde
el trabajo comunitario, que se realiza en el Ministerio de Vivienda y
Asentamientos Humanos, se ha tratado de enriquecer toda propuesta con la inclusión
de planeación y acción de las comunidades y/o sus representantes, lo que
impacto al nivel local en tener un fiscal comunal sobre el proceso de
maduración de lo planteado, como un aliado que refuerza, moviliza acciones y actúa
en razón de entender que es un trabajo colectivo. Esto ha implicado un cambio
clave en la forma de trabajo que no solo se deba a los procesos de analisis temporales
sino a un efectivo trabajo conjunto y correponsable en la forma de vivir,
habitar y mejorar la ciudad. Para ello se ha tenido que empezar por comprender
como desde la forma de nuestra norma en su intención del derecho ciudadano advirtió
que debemos no hacer participe al pueblo en los procesos sino que es una
obligación del Estado, otorgar las herramientas que faculten el ejercicio de este
derecho, en la demanda de un mejor bienestar pero también de la cuota de responsabilidad
sobre el uso de los beneficios de la ciudad.
Con
ello, el camino ha sido más comprendido por las comunidades que por los actores
técnicos y políticos, pues su posición se forma en la insana creencia de que el
poder no tiene cabida en el trabajo común (sinónimo de perdida de control),
cuando en realidad conocer al sistema no implica autoridad sino liderazgo.
Las
comunidades nos advierten todos los días que la forma de un Estado
paternalista, que esboza y construye un proceso de planificación local o
nacional a futuro sin incorporar las diferencias y formas de interacción de los
pueblos y su uso del territorio, están perdido, pues esa forma estricta de comprender
el uso del territorio no coincide con el dinamismo propio que ejerce la
población. Se tiene el riesgo inminente de estar proponiendo sobre una ilusión
perfecta, cuando la gente y su dinámica son imprecisión pura.
Ello
no deb verse como un acto frustrante de trabajo, sino como una posibilidad de
confluencia de actores que pueden unirse para crear una forma de organización y
ejecución de actividades conjuntas; dando un fundamento de apropiación y
validación a futuro.
En
cada mecanismo debemos entender la importancia de organizar a lo interno un
proceso de responsabilidad en donde cada parte debe asumir un rol y encargarse
de cuidar el proceso como parte integral del mismo, en una constante no determinada
por la imposición sino de los planes comunales que tengan efecto en los niveles
estratégicos de planeación de un país.
Bibliografía
Ministerio de Salud Pública y
Bienestar Social. Dirección General de Atención Primaria de Salud. Dirección
General de Programas de Salud. (2012). Guía de Planificación Participativa.
Guía # 6. Asunción, Paraguay
Eslava Zapata, R., &
Chacón Guerrero, E. (2018). Presupuesto Participativo: un análisis en el
contexto latinoamericano. Revista Gestión y Desarrollo Libre.
Comentarios
Publicar un comentario