Resumen: Nuevas Estructuras y redes Gobernaza, con aporte desde visión de Costa Rica
Maestría
en Ordenamiento Territorial
Gobierno
local e innovación
Johanna
Rojas Mathieu
2020
Resumen:
Nuevas estructuras y redes de gobernanza
La
gobernanza se erige dentro del proceso de transformación estatal como una relación
entre Estado-Sociedad, que alude al capital social y al liderazgo público,
siguiendo su concepto de ser una acción gubernamental con gestión de redes
integradas por una multiplicidad de actores públicos y privados que interactúan
de forma compleja.
Por
su parte; la Real Academia Española (RAE) incluyó la gobernanza en su
diccionario: “Arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro
de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un
sano equilibrio entre el Estado, la sociedad y el mercado de la economía”.
La
gobernanza es multidireccional, con diferentes ámbitos, modalidades de actores
y niveles de gobierno, en el reconocimiento de su interdependencia. Sus campos
de desarrollo, pueden ser: Gestión pública, Análisis de políticas públicas (redes
de políticas), Economía política, Gestión empresarial, Relaciones
internacionales, Política urbana (gobernanza local por redes de participación ciudadana)
y “gobernanza multinivel” (interacción de una multiplicidad de agentes dotados
de autoridad y que influyen los unos en los otros).
En
la actualidad, gobernanza es distinto del modelo de control jerárquico, pero
también del mercado, se caracterizado por un mayor grado de cooperación y por
la interacción del Estado y los actores no estatales en el interior de redes
decisionales mixtas entre lo público y lo privado. Se apunta a las estructuras
y procesos mediante los cuales los actores políticos y sociales llevan a cabo
prácticas de intercambio, coordinación, control y adopción de decisiones en los
sistemas democráticos.
Entre
los factores que han propiciado la transformación tenemos:
1.
Crisis fiscal del Estado: mayor eficiencia en
la producción de servicios públicos para reducir el gasto público.
2.
Desencanto: El Estado ha dejado de tener el
monopolio sobre los conocimientos y sobre los recursos económicos e
institucionales necesarios para gobernar
3.
Globalización:
4.
Nueva gestión pública
5.
Convergencia de tres atributos (complejidad,
velocidad y diversidad): requiere de nuevos instrumentos y valores a las
estructuras gubernamentales y la sociedad.
6.
Incremento de la complejidad y la fragmentación
de las estructuras políticas y administrativas: el fraccionamiento del Estado en diversos niveles
ha provocado una mayor descentralización administrativa tanto territorial como
funcional.
El
Estado debe seguir siendo el vehículo que busca e l interés común de la sociedad
(social, medioambiental, económica, política, etcétera), solo que debe
adaptarse y cambiar eficazmente ante los nuevos retos de pluralidad de actores,
en interacciones complejas de intereses opuestos para un desarrollo económico y
social sostenible bajo una identidad común.
Las
formas de gobernanza requieren de confianza social, normas y redes para resolver
los problemas comunes, en donde los líderes tomen impulso para realizar el diagnóstico
y dirigir el curso de acción o el apoyo necesario, así como representar las demandas
e intereses sociales para impulsar iniciativas y proyectos.
Está
forma de gestión de redes entre el Estado y la sociedad civil puede llevarse a
cabo de múltiples maneras bajo un consenso negociado o de autoorganización.
Estos
macrosistemas organizativos horizontales promueven relaciones de igualdad entre
los distintos agentes sociales y actores, erigidos por la confianza y/o lealtad
entre los integrantes de la red con interdependencia para definir procesos, aunar
fuerzas y alcanzar metas comunes.
Entre
los tipos de relaciones se destacan: relaciones formales (de autoridad),
relaciones coercitivas, relaciones utilitarias, relaciones clientelares,
relaciones articuladas en torno a una coalición, relaciones basadas en la cooptación
para la elaboración o implantación de determinadas políticas o proyectos. y
relaciones basadas en vínculos personales.
Se
tienen dos dimensiones:
- Dimensión gestión de las relaciones
internas mediante el impulso, la generación de condiciones y el fomento de
alianzas.
- Dimensión gestión de la estructura mediante
la ordenación, distribución del poder y percepciones o creencias comunes.
En
el contexto de nuevas tecnologías de información y comunicación, así como de las
expectativas de los ciudadanos con respecto a las administraciones públicas,
las autoridades locales, los esfuerzos deben potenciar la participación pública
en el nivel municipal en su conocimiento directo de los intereses de los
ciudadanos (visibilidad, cercanía y accesibilidad).
Las
experiencias de participación ciudadana van desde la autogestión de ciertos
servicios municipales , la gestión compartida de ciertos proyectos locales, la
adopción de decisiones sobre el entorno urbano, hasta la atribución al
ciudadano del papel de asesor-cliente.
Aporte
propio
En
Costa Rica se han dado cambios significativos en la forma de gobernanza y de
ella su efecto en la elección de nuevos partidos políticos y representantes
ajenos al bipartidismo tradicional con un enfoque marcado por mecanismos tecnológicos
de propaganda, información, difusión y participación ciudadana.
Esto
no solo ha permeado en la elección mencionado del gobierno nacional sino en los
candidatos locales y de sus organizaciones comunales, todo bajo el fin de
asumir como sociedad un mayor protagonismo que no solo represente soluciones encarriladas
y correlativas a las necesidades de una mejor calidad de vida sino a ser parte
de las ideas, propuestas y visiones de la planificación de los territorios en
todas sus aristas.
Este
cambio muy oportuno ante la forma autoritaria y utópica del Estado, ha
repercutido en la crisis de ciertos programas sociales y también de la
existencia cierta institucionalidad por la falta de eficiencia en el
cumplimiento de sus competencias.
Estamos
viviendo una demanda de cambio del Estado en su gobernanza, en donde la gente
ya rechaza la forma asistencialista de las políticas publicas, que no fomentan
el empoderamiento local de sus gobiernos ni los representantes comunales, sino
que los obliga mediante la disposición económica y normativa a depender de esa centralidad,
que no es relativa a las necesidades de la población sino de la visualización política
de turno como competencia de ideologías y posibilidad del clientelismo políticos
a cambio de apoyo electoral.
La
sociedad ha asumido mayor participación y con ello más conocimiento para crear
estrategias que le permitan tener resultados eficientes, transparentes y agiles,
lejos de la forma burocrática y coercitiva del Estado, por ello han potenciado su
relación con los gobiernos locales, en el tanto ellos poseen la autonomía
constitucional de crear desarrollos y proyectos e reconocimiento de los
intereses locales y bajo la posibilidad de creación de normas locales y con
presupuestos propios. Esto ha obligado a las Municipalidades a fortalecer
capacidades en sus funciones y personal interno, que responda con base local a
las demandas de la ciudadanía que representa su jurisdicción, dejando de lado
que los conocimientos en los diferentes ámbitos antes centrados en el Gobierno
central y su institucionalidad.
Este
cambio ha significado un fortalecimiento entre la comunidad y el gobierno, que
desde mi función como psicóloga social del Ministerio de Vivienda y Asentamientos
Humanos (MIVAH), no puede negarse y menos obstaculizarse, sino ser el mecanismo
o vehículo para que se den esos encuentros, tender a unificar objetivos y
planificar en escalda inversa, donde se tome en cuenta la comunidad en
alineación a los procesos políticos, financieros y legales de la administración
local, que sean también visibles con los objetivos planteados en la misión
institucional. Incluso también facilitar instrumentos de gestión publica que
puedan ser implementados en la localidad y ser un referente de potencialidad de
las políticas publicas que resguarda el quehacer de mi institución.
Hemos
aprendido que los gobiernos locales deben asumir su protagonismo en esa línea de
conocimiento de su localidad y ser el socio y enlace con la comunidad en la representación
de sus intereses, que deje una buena y empoderada relación para futuros
procesos.
El
reto que el MIVAH debe enfrentar es dar apretura a
está forma de gestión en cada de las operaciones y procesos que su misión
atienda, que den respaldo a la responsabilidad y coherencia de sus política publicas
relativas a la vivienda y el ordenamiento territorial, en el involucramiento y
participación de la ciudadanía de la planificación, gestión, ejecución, control
y sostenibilidad.
Bibliografía
Natera, Antonio. (2005). Nuevas
Estructuras y redes de gobernanza. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto
de Investigaciones Sociales. Revista Mexicana de Sociología 67, núm. 4.
Ministerio de Vivienda y
Asentamientos Humanos, MIVAH (11 de octubre de 2020). Quienes somos.
https://www.mivah.go.cr/Nosotros_Quienes_Somos.shtml
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