Problema actual de la agricultura
Problema
actual de la agricultura, en su país, estado, o municipio, y las medidas que el
gobierno local, o el gobierno nacional, o de la región.
El sector agro representa hoy
la demanda de un sector turismo y económico, que han convertido la labor emprendedora
en una forma de explotar el suelo a menester del consumismo, para responder a
la necesidad de productos de consumo mayor que requiera de menor tiempo de cultivo,
con efectos económicos en los habitantes de menor grado, pues la cadena debe
permitir un mano en mano de ganancia al final. Se ha olvidado de la vocación
del suelo, sus características y el valor de su producción, obligando a los
suelos a responder a productos que no son propios, con elementos de clima diferidos,
solo por tener un precio y vender de posibilidad emprendedora de una practica
que enriquece al último de la cadena de venta.
Los planes de desarrollo de
los cantones, sean humanos o de ordenamiento territorial, han retroalimentado
esas practicas, cuando disponen de objetivos e indicadores para generar
acciones orientadas a satisfacer la demanda de la producción turísticas y de la
venta, dejando en el camino el oficio y la cultura de producción por permuta y precio
injusto al productor inicial; en sacrificio de pretender con ello la dignificación
del uso equilibrado de los recursos disponibles. Nos vende la idea de un
equilibrio, que es desequilibrado , toda vez que no vela por la producción
responsable, con sostenibilidad económica del sector agro y un desarrollo de la
agricultura y ganadería relativo al cambio climático, con acciones de calidad
de vida para los habitantes que realizan el oficio.
Hemos sometido el territorio a
su degradación, su atractivo que alienta al turismo con la escenografía paisajística
de un campo cultivado y productivo, se ha convertido en monstruos de cemento y
campos vacíos, con efectos negativos para la pretensión inicial de resguardo y
disfrute del medio ambiente, robando otra vez al colectivo por medio del interés
individual.
Se ha abandonado al productor
y agricultor en su oficio, pues no hay respuestas en las políticas sociales,
más que ser un medio en el eslabón de obtener el producto para el mano en mano,
que ha creado detrimento en la labor y su ganancia; seguimos cosechando tierras
olvidadas y desprolijas, que no encuentran amparo en la planificación o
desarrollo territorial, por insolencia o desconocimiento.
Esa tendencia debe ser
contrarrestada con la posibilidad de ofrecer estrategias concretas de la mano
con todo el sector, que permita entre ellas la posibilidad de banco de tierras,
donde el dueño no abandone sus tierras de producción, ni tampoco pierda dinero
o sea obligado a producir ajeno a la vocación de su suelo, para ello puede articular
la posibilidad según definición de lineamientos; de un abordaje para producir y
mantener de forma responsable, adecuada y sostenible , sin olvidar en su
accionar la generación de planes de prevención, protección de la agricultura y ganadería;
relativos a la adaptación al cambio climático.
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